
De 1969 a 1995, si se exceptúan dos años pasados en un centro de alumnos muy selectos, la mayoría de mis alumnos fueron pues, como lo fui yo mismo, niños y adolescentes con dificultades escolares más o menos grandes. Los más afectados presentaban poco más o menos los mismos síntomas que yo a su edad: pérdida de confianza en uno mismo, renuncia a cualquier esfuerzo, incapacidad para la concentración, dispersión, mitomanía, constitución de bandas, alcohol a veces, drogas también, supuestamente blandas, pero aun así algunas mañanas tenían la mirada más bien líquida...
Editorial Mondadori, 2008, pág. 143
Comentario:
Daniel Pennac es un escritor francés nacido en Casablanca en 1944; su infancia la vivió en diferentes países de África y del Sudeste asiático. En este libro, considerado como una autobiografía novelada o un ensayo autobiográfico, el escritor explica las dificultades que tuvo con los estudios en sus primeros años educativos.
Partiendo de su condición de "zoquete", - él se autocalifica así a lo largo de todo el libro -, analiza el sistema educativo, la disposición al estudio del alumno y la relación alumno/profesor, entre otros temas. Tras la lectura de Mal de Escuela uno no sabe cuál es la fórmula para que un mal alumno pueda reconducirse o un buen alumno pueda malograrse. Sí parece colegirse que una buena educación familiar crea en el niño una personalidad donde prima el respeto, la tolerancia, la amistad, el trato correcto o las buenas maneras. Después las capacidades para el estudio dependen de la persona, además de una buena motivación del alumno, buenos profesores o un sistema educativo bien diseñado. Daniel Pennac trata con cariño y comprensión, aunque no por ello deja de darles varapalos puntuales, a todos aquellos que se les hace cuesta arriba las operaciones matemáticas, la sintaxis o la historia. La motivación, el detonante que pone

(S.H. 2009)